Thursday, April 23, 2009

El Gran Silencio no piensa callar

No tener una disquera o una compañía distribuidora no siempre es desventaja para los artistas, como sucede con El Gran Silencio.

La banda de rock en español ha sabido aprovechar las circunstancias adversas para su propio beneficio. No en balde tiene casi 20 años de existencia, lo que la convierte en una de las agrupaciones mexicanas más veteranas de su género.

Como un ejemplo de su método de supervivencia, EGS decidió editar y promocionar por su cuenta su último disco, que fue grabado en vivo durante un concierto que ofreció en el parque Fundidora, en Monterrey, México, en 2008. Se incluyeron todos los éxitos, entre ellos el ya clásico Dormir soñando y dos temas originales, Se va y Timbalero. El material todavía no está disponible en Estados Unidos.

"Lo que pasa es que para las disqueras es difícil promocionar a un grupo como nosotros, o puede ser caro… porque no sólo nos tienen que promover en las estaciones de rock, sino en las de música folklórica, música popular, música electrónica o hip-hop", dijo vía telefónica desde Monterrey Tony Hernández, líder del grupo.

Esto porque aunque EGS está catalogada como una agrupación de rock en español, su música es más bien de fusión, con reminiscencias de funk, ska, cumbia, polka, rap, pop y todo lo que se le ocurra a sus integrantes.

"El horizonte [musical] es muy amplio; entonces les da miedo invertir en un grupo como el de nosotros. Ya no toman riesgos las disqueras", sostuvo el vocalista, cuya banda tocará hoy en un antro de Witthier y mañana en el festival de Coachella.

Ahora mismo, EGS ha desarrollado un método para vender sus CDs. Simplemente, los lleva a sus tocadas, pone una mesa, y un miembro del equipo se dedica a venderlos. Tony dice que en una noche llegan a vender entre 100 y 300 álbumes, o hasta más.

"Y con una disquera es imposible que en un día en una tienda vendas mas de 100 discos", dijo el artista, y explicó que mientras que para una compañía de discos es un fracaso vender 25 mil copias de un artista, para un grupo, vender 5 mil álbumes sin intermediarios, es todo un triunfo.

"Porque el dinero es íntegro y te da para hacer un nuevo disco; no inviertes tanto en la promoción, sólo en los shows, y te manejas con los fans directamente, ¿no?", sostuvo.

La banda regiomontana está a dos años de celebrar 20 años de trayectoria. Aunque la gira por California incluye a nueve integrantes, sólo cuatro de ellos -Tony, su hermano Cano (guitarra) Isaac "Campa" Valdez (acordeón) y Ezequiel Alvarado (batería) son los miembros que han estado desde hace 15 años. Los cinco restantes son músicos invitados.

En puerta está un disco nuevo, que Tony promete saldrá a la venta este año y que tendrá una distribuidora que lo llevará a Estados Unidos y Europa, donde EGS tiene muchos seguidores.

Tony acredita la longevidad de su banda a la diversidad de ritmos que incluye en cada disco. De hecho, desde su nacimiento, EGS se distinguió por la inusual mezcla de sonidos rockeros con ritmos de música mexicana, como banda y norteña.

"Cada vez que hacemos un disco tratamos de que tenga todos estos ritmos, que tenga un horizonte musical más amplio, porque si sólo tocamos ska o hard core o punk es muy estrecho", explicó el músico.

Esto para las disqueras es una desventaja por lo antes expuesto, pero para EGS ha sido una oportunidad para atraer a sus shows a todo tipo de público. Por ejemplo, Dormir soñando es una mezcla de ranchera con batucada brasileña, mientras que Chúntaro Style es una cumbia revuelta con tambora. Y qué decir de Círculo de amor, que es un bolero con rap o Déjenme que estoy llorando, un rock pesado con rap.

"Tratamos de hacer algo que nos nazca y buscar la canción que pueda hacer la diferencia sobre lo que ya hemos hecho", dijo el entrevistado.

Precisamente esa diversidad en sus discos es lo que le ha creado a EGS una sólida base de seguidores, los mismos que pidieron su presencia en el importante festival Coachella, que se efectúa en Indio, California, del viernes al domingo.

"Desde el año pasado nos habían invitado, pero no pudimos ir por problemas de visa, pero este año todo salió bien", dijo.

Como premio a su paciencia, todo parece indicar que EGS tocará en el mismo escenario que lo hará mañana Paul McCartney, la carta mayor del evento de este año.

Tony espera con ansias ese día, porque existe la posibilidad de que se tope tras bambalinas con el legendario ex Beatle, su muso cuando no le sale una canción.

"Gracias a él tocamos mucho. Cuando siento que algo está mal musicalmente me pongo a estudiar la música de los Beatles, más que nada la de Paul", contó el vocalista. "Luego me vuelve a entrar la chispa de seguir adelante".